A dos años de haber tomado las riendas del país, encargados del Programa Nacional de Fertilizante, del gobierno federal, continúan dando palos de ciego en el reparto del insumo agrícola que requieren los campesinos, en este caso del Estado de Guerrero, que en su mayoría siembran maíz para el autoconsumo.Conforme avanza la temporada de lluvias, aumenta la preocupación de los pequeños productores por no contar con el fertilizante que requieren para el sano crecimiento de las milpas, a la par, inician las acciones para obtenerlo.
En el 2019, en el arranque del programa piloto absorbido por la Federación, hubo protestas, bloqueos carreteros, retenciones de funcionarios y saqueo de bodegas en diversas regiones del Estado debido a las inconformidades generadas por la ejecución del Programa Nacional de Fertilizante y los retrasos en la entrega de este producto a los agricultores, que tenían 24 años recibiendo programas de fertilizantes ejecutados por los gobiernos federal, estatal y municipales.El año pasado, 70 mil campesinos guerrerenses se quedaron sin este producto.
Extravío de documentos por parte de los "servidores de la nación" que levantaron el Censo del Bienestar con fines políticos, exigencia de documentación engorrosa, manipulación de listas de beneficiarios, tintes partidistas en la entrega del apoyo, son sólo algunas de las anomalías que persisten en el Programa Nacional de Fertilizante 2020 a dos años de su implementación- que está provocando ya movilizaciones en exigencia del insumo agrícola.Ejemplo:
En Tecpan, productores provenientes de los ejidos San Luis San Pedro, Nuxco, Tenexpa, Papanoa y San Luis la Loma, cerraron la bodega de fertilizante de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) para denunciar que campesinos de 20 ejidos fueron excluidos del padrón de beneficiados del programa de fertilizante.
Este miércoles, campesinos indígenas que siembran maíz para el autoconsumo y que pertenecen al Movimiento Campesino Guerrerense, de diversas comunidades de Chilapa de álvarez y de Atliaca, municipio de Tixtla, caminaron más de 10 kilómetros desde su comunidad hasta la carretera Chilpancingo- Tixtla en demanda de fertilizante para más de mil campesinos de nuevo ingreso; ahí, se instalaron en plantón durante varias horas hasta obtener respuesta a su exigencia.
En Taxco de Alarcón, campesinos de las localidades Chichila, San Pedro, Cajones, San Sebastián y otras, se instalaron frente a las instalaciones de la Sagarpa y bloquearon la avenida de Los Plateros, que forma parte de la carretera federal México- Acapulco, para exigir fertilizante gratuito; pidieron al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, que cumpla su promesa de entregar el insumo agrícola a los productores de Guerrero y no ocurra lo del año pasado, que sacaron de la lista de beneficiados a los verdaderos trabajadores del campo y apoyaron a gente que no se dedica a sembrar.
Ante el nulo apoyo de la Federación a campesinos muy humildes que sólo siembran para el autoconsumo, la producción agrícola está en riesgo y el abasto de alimentos de miles de familias que trabajan en el campo; el retraso en la entrega del fertilizante durante el presente ciclo agrícola proyecta un incremento en el déficit alimentario que tiene la población en Guerrero.
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura advirtió sobre el riesgo de una crisis alimentaria si no se toman medidas rápidas para proteger a los más vulnerables y mantener vivas las cadenas mundiales de suministros de alimentos.Asentó que los gobiernos deben reforzar los mecanismos de seguridad social para garantizar el acceso a la comida.
El panorama es desolador y surgen diversas voces que demandan un programa especial de granos básicos para familias de las siete regiones (Montaña, Costa Chica, Costa Grande, Acapulco, Centro, Tierra Caliente y Norte) y/o un programa nacional de apoyo alimentario para los sectores más vulnerables de Guerrero, donde la efervescencia política comienza y por tanto, los apoyos para los campesinos que requieren de manera urgente del insumo agrícola para la subsistir están en arriesgada espera, a pesar de que el campo en el estado no está para aguantar ni para los experimentos políticos de un gobierno "de cuarta".
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